Historia de México vitivinícola

Si hacemos una ligera cronología desde los primeros indicios, hasta la colonización de la vitis vinífera (1) en nuestro país podemos encontrar cosas interesantes que nos darán idea de la gran historia que nuestro país comparte con la vitivinicultura. Diez siglos atrás comenzó el viaje de la vitis vinífera desde su aparición en el lejano Cáucaso, entre el mar negro y el caspio, reducto de florecimiento de muchas plantas después de la cuarta glaciación. De ahí su migración fue fácil hacia el sur a tierras mas calientes entre el Tigris y el Éufrates, en la vieja Mesopotamia, lo que hoy conocemos como Irak, ahí encontré el lugar idóneo para florecer y emanciparse a todo el mundo. Los sumerios y acadios conocían ya la vinificación, la cual la acercaron al Mediterráneo, en donde los Fenicios la comercializaron por todo el Mediterráneo, desde el norte de África, por el sur de Europa, llegando hasta las costas de Inglaterra. Uno de los puntos importantes que tocaron sin duda fue Grecia, donde los griegos la ennoblecieron por todos los beneficios a la salud que ya conocían, como el hecho de que la sinápsis en el cerebro sea mas rápida, así como el efecto en la longevidad, eso si, con pequeños volúmenes. De ahí paso a Roma quienes la llevaron a toda Europa y fundaron lo que hoy son las grandes zonas de vinos como Burdeos, Borgoña, Jerez, Rioja, Piamonte y muchas mas. En Francia la vid fue tomada con el respeto que hoy conocemos por ello, ya desde hace varios siglos las elaboraciones francesas son reconocidas en el mundo por su calidad. Al llegar a España, los misioneros tuvieron la virtud de adaptarla a los climas específicos donde se desarrollaba con mayor calidad, tornando también en este país a la vid como un alimento cotidiano. España precursora de los viajes trasatlánticos hizo que la vid viajara más de 12 mil kilómetros para que llegara a tierras americanas, esto fue en el segundo viaje de Colon realizado en 1493. Con la llegada de Vid, olivo y caña de Azúcar empieza un gran viaje de estas plantas por todo el nuevo continente. Sabía perfectamente que la climatología no era idónea para la vid y el olivo, pero como su transporte era sumamente sencillo por medio de estacas, esquejes o cortes de vid, era fácil llevarla a cualquier lugar, solo faltaba encontrar el clima ideal para su desarrollo.

1517

En 1517 Juan de Grijalva, realiza algunas expediciones sobre la costa de Yucatán, llegando a lo que hoy conocemos como San Juan de Ulúa, en la villa rica de la Vera Cruz, compartiendo ahí mismo vino con señores Aztecas, llegando por primera vez el vino a América. Tiempo después se adentran en nuestro territorio, dándose cuenta que el clima era ideal para la plantación de la vid, y muy necesario para la producción y consumo de las tropas, así como para realizar la eucaristía en la evangelización de los misioneros que con valentía y corazón integraban estas expediciones.

1521

En 1521 con la caída de la gran Tenochtitlan, se dio lugar a la conquista de los nuevos territorios y uno de los primeros lugares de asentamiento fue cercano a la ciudad de Puebla en donde ya se relata la plantación de los primeros viñedos por el año de 1536. Hoy en día podemos encontrar el resurgimiento de estas zonas, como “nuevas” zonas productoras de vid y vino en nuestro país como los alrededores de Puebla y Tehuacán. Y así empezó el recorrido de la vitis vinífera por América, no tanto por el querer llevar el vino a todos los confines, si no por la búsqueda de oro y plata en el nuevo continente. Por ello se creo una ruta comercial llamada “El camino real de tierra adentro”, que tenia un recorrido de mas de 2500 km llegando desde la ciudad de México hasta lo que hoy es Santa Fe, Nuevo México en EUA. A este camino también se le llamaba la ruta de la plata, ya que el fin era encontrar yacimientos de metales preciosos entre ellos la plata. Para todos los expedicionarios se necesitaba una bebida que reconfortara, diera fuerzas y alegría, por ello se necesitaba el vino y las plantas que lo produjeran. Integrando estas expediciones siempre encontramos a los misioneros que mediaban la conquista y trataban de conciliar a los oriundos a la religión católica y para ello necesitaban eucaristía y vino, por ello plantaban esquejes de vid en donde se asentaban las nuevas ciudades del recorrido, entre ellas podemos nombrar a Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Aguascalientes, San Luis potosí, Zacatecas, Coahuila, Chihuahua, todas ellas como bien sabemos productoras de vino en nuestro país. Pero esto no surgió de la nada, fue un gran trabajo que los nuevos pobladores se dieron a la tarea, para reconvertir la viticultura existente América. Digo reconvertir porque todas las plantas de vid que existían en América daban vinos muy amargos, siendo especies diferente a las Europeas. Esto se da porque millones de años antes de nuestra historia, cuando la Pangea se divide y se forman los continentes, hay una separación de los continentes y de los géneros vitis, unos se quedan en Europa y dan lugar a la Vitis Vinífera, actual productora de uva de calidad para elaborar vino y que se encuentra en todo el mundo. Mientras que en América existían vides silvestres de otros géneros como la Vitis Labrusca, Rotundifolia, Riparia, Berlandieri que sus frutos no producen vino de calidad.

1524

Uno de los vértices mas importantes en la historia de la vitivinicultura en México se da en el año 1524 cuando Hernán Cortés redacta algunas ordenanzas para los nuevos pobladores, en una de ellas obligaba a plantar 10 cepas de vid por cada indígena trabajando a su cargo y obligando a consumir el vino de ahí generado. Aunque la imagen de Hernán Cortés sido siempre censurada en nuestro México, muchas de las ideas de mejora que tenía se adelantaban a su tiempo, como el injertar plantas procedentes de Europa, sobre las plantas silvestres Americanas, adelantándose casi 350 años con el conocido problema de la filoxera que se tuvo en Europa por el año 1863. Durante el periodo colonial eran cientos los barcos que llegaban al año de España, cargados de vinos sobretodo de sur como Jerez, Cádiz, Sanlúcar de Barrameda, regresando con productos varios, plata y oro. De ahí que se generó un gran comercio hacia la Nueva España, pero este se vio interrumpido en ocasiones por la creciente producción de los vinos en México, los cuales ostentaban en ocasiones calidades superiores por la frescura y juventud, entorpeciendo el comercio que llegaba desde el viejo mundo.

1531

Para 1531 el emperador Carlos V ordeno que todos los navíos con destino a las Indias llevaran plantas de vid y olivos para incrementar las producciones, y pocos años después Fray Toribio de Benavente narra de la existencia de viñedos cerca de Puebla en el año 1536.

1568

Corría el año de 1568 cuando el Fraile Fray Pedro de Escobedo llega a un lugar perdido entre las sierras transversales del lo que hoy es el estado de Coahuila en el límite con Zacatecas, siguiendo la senda del Camino Real y se encuentra con cepas silvestres de vid, por lo que le llama Santa María de las Parras por la abundancia de ellas. Intenta fundar una misión pero los agresivos aborígenes de la tribu de los Guachichiles (Cuachichitl) no permitieron el asentamiento hasta el año de 1588 cuando Lorenzo García llego al lugar y mando pedir una merced a España para la asignación de la tierra, la cual llego en 1597 año en que se considera icónico para la viticultura mexicana ya que desde entonces la actual Casa Madero elabora vinos ininterrumpidamente desde ese año, dándole el valor universal como la novena bodega mas antigua del mundo después de Schloss Johannisberg, (Alemania), Château de Goulaine (Francia), Barone Ricasoli (Italia), Schloss Vollrads (Alemania), Château Mont-Redon (Francia), Antinori (Italia), Codorniu (España), Fonjallaz (Suiza), Casa Madero (México). Lejos de ayudar el gran crecimiento de la viticultura en nuestro país hizo que España se diera cuenta de que el comercio se veía entorpecido por las producciones nacionales, el Virrey de Perú, Don Luis de Velasco realiza en 1595 da la primera prohibición por cédula real de plantación de vid en México, así como el arranque de los viñedos plantados, reiterando esta prohibición el Marques de Monte Carlos en 1610. Para 1688 ya el padre jesuita Eusebio Francisco Kino llegaba a Sonora y Arizona desarrollando plantaciones de vid en el Norte de norte país.

1683

Mientras tanto por el occidente de nuestro país, para 1683 se organizan expediciones para colonizar las tierras de lo que hoy en día es Baja California, siendo rechazadas varias expediciones por los indígenas de la zona de la Paz, teniendo que subir hasta lo que hoy conocemos como la Misión de Loreto primera en la zona y punto de inicio del llamado segundo Camino Real que corre desde el sur de la Baja California, hasta lo que hoy es el estado de California en los EUA, creando misiones importantes comenzando en el año de 1697 con la misión de Loreto, Mulege, San Ignacio, San Javier, San Fernando Velicata, Ensenada de los Santos, San Diego, Los Ángeles, llegando hasta la misión de Sonoma, cerca de lo que hoy es San Francisco, EUA.

1707

Se presume que para 1707 ya se elaboraban vinos en la zona, todos ellos con base en la uva Misión que fue el primer híbrido (2) de Vitis vinífera introducido por Fray Juan Ugarte en la misión de San Javier, una de las 8 misiones fundadas por los Jesuitas antes de ser expulsados en 1767. Esta uva es considerada como la uva autóctona en México, Chile y Argentina, teniendo acepciones como Criolla o País en estos países.

1775

Para 1775 el padre Fray Junípero Serra llamado el padre de la viticultura en las Californias, reconocido con un sello postal tanto en México como en Estados Unidos y España. Para 1800 se crea la misión numero 21 llamada Sonoma, hoy en EUA.

1803

Nuevamente para el inicio del siglo, entre 1803 y 1809 el Virrey recibió la orden del Rey de realizar un arranque de viñas en el centro del país, y es cuando llegan a Dolores hidalgo donde hace un arranque y quema de los viñedos existentes porque el comercio de Cádiz se quejaba. Para 1810 la independencia de México relentiza todas las cuestiones de campo que no vuelven a tomar relevancia hasta 1822-1823 cuando Agustin de Iturbide marca con impuestos a los vinos extranjeros, liberando al producto nacional de ello.

1843

En 1843 el presidente Antonio Lopez de Santa Ana que establece la escuela de Agricultura en donde una de las disciplinas era el cultivo de la vid.

1860

Nuevamente parece que la viticultura toma aire cuando Bodegas Ferriño en 1860 se instala cerca de Cuatro Cienagas Coahuila para producir el conocido vino Sangre de Cristo, fundándose al unísono en Guanajuato la bodega de San luis Rey en San Luis de la Paz y en la zona ensenadense se consolida la icónica bodega Santo Tomás en 1888 trasladando su sede a Ensenada, aunque sabemos que sus elaboraciones datan de 100 años antes (1791) en la Misión de Santo Tomas de Aquino dentro del idílico Valle de Santo Tomás. Por esos años las persecuciones de los rusos molocanes hace que la inmigración hacia America sea multitudinaria desde Alaska hasta México en donde para 1907 llegan un grupo de familias que se ubican en los valles vitícolas de Ensenada dando un impulso a la agricultura primero con trigo y después con vid, ellos fueron los creadores del famoso Valle de Guadalupe, reconocido en todo Mexico y en muchas zonas vinícolas del mundo, en el cual todavía podemos encontrar muchos de estos herederos rusos haciendo vino.

1890

Entre 1890 y 1910, varias empresas quisieron modernizar el campo mexicano haciendo aportaciones como la primera importación de varietales (tipos de uva) de Francia, España y california, hecha por Casa Madero ya propiedad de Don Evaristo Madero, al igual que las aportaciones de las vinícolas americanas, Concannon y Pirello-Minetti durante varios años en el norte del país. Al igual que Francisco Andonegui y Miguel Ormart, propietarios de Sto Tomas sobre el final del siglo XIX.

1910

Para 1910 se vuelven a desatender los viñedos por el conflicto armado de la Revolución, aunque ya para 1920 el campo empezaba a volver la normalidad, pero con un deficit en la calidad de las elaboraciones nacionales que presentaban vinos sin acidez de colores oxidados por el proceso y aromas no muy agradables en comparación con nuestros vecinos del norte y sus elaboraciones.

1928

Nuestro Mexico post revolucionario marca el inicio de una nueva generación de vitivinicultores con la inmigración de 800 familias italianas a México, entre ellas Angel Cetto quien se asentó en Baja California para el año de 1928, y con el punto mas álgido en el conflicto prohibitivo de alcohol en EUA, se genera un gran negocio para los nacionales.

1939

Para 1939 Abelardo Rodriguez compra Bodegas Santo Tomas y empieza a producir vino en gran cantidad. Estos años son también un punto de inflexión en la llegada de los europeos exiliados, así como otros que sorteaban la segunda Guerra mundial y la guerra civil española. Con ellos llegan también nuevas ideas, tecnologías, procesos y financiamiento para potenciar la viticultura en México. Es en esos años 1940 cuando se forjan muchas de las grandes empresas que han dado imagen y fuerza a la viticultura en nuestro país como Casa Pedro Domecq. Creando entre todos los productores de la época la renombrada Asociación Nacional de Vitivinicultores.

1963

La segunda mitad de este siglo XX fue de de gran beneficio para la vitivinicultura en Mexico, Cetto comenzó a platar uva para vinificar, así como Guillermo Zapien, los dos en Ensenada, mientras que en Queretaro Francisco Domenech crea Cavas San Juan con vinos Hidalgo. La Familia Pando entra en el negocio del vino comprando Bodegas de Santo Tomas en 1963. Mientras que la familia Bortoluz crean viñedos la Redonda en 1951 en Queretaro con gran impulso a la cultura y consumo del vino en Mexico actualmente.

1977

Para 1977 ya tenemos un plan nacional de viticultura, empezando el verdadero desarrollo del vino moderno en México, con enólogos mexicanos y extranjeros reconocidos como Camili Magoni y Francisco Rodriguez. En esta época la producción se triplicó en pocos años, creciendo el número de productores también a más de 20. Después de estos fundadores del vino mexicano se puede ver un incipiente crecimiento en productores con la siguiente cronología después de la ya nombrada. 1977 – Hacienda de Letras 1981 – Bodegas Altiplano 1983 – Cavas Valmar 1984 – Cachola 1987 – Freixenet Mexico Para estos años se da un gran salto en el búsqueda de la calidad en México con la creación de Monte Xanic, primera bodega con intenciones de producir vinos premium en el mercado, con una estrategia de marketing innovadora en el país. En 1991 se funda Viña liceaga, 1994 Chateau Camou, 1995 Vega Manchon en Hidalgo, 1997 Adobe de Guadalupe y casa de Piedra, abriendo un circulo virtuoso para la creación de muchas otras vinícolas que han puesto distintivo para lo que hoy conocemos como la calidad del vinos mexicano.

2000

El año 2000 fue el momento de detonación de la vitivinicultura de calidad en México, comenzando por Parras Coahuila, Ensenada en Baja California, Querétaro, Guanajuato, como puntas de lanza para que el mercado nacional e internacional conociera las nuevas elaboraciones de calidad en México. Hoy en día tenemos desarrollos vitivinícolas por todos los estados que formaban el antiguo grupo de productores vitícolas, que si hacemos un repaso ligero por ellos encontraremos estilos y perfiles de vino diferentes enmarcando el suelo y el clima que rige las zonas, creando un enorme mosaico de varietales diferentes, adaptados a cada zona y desarrollando perfiles muy distintos en cada una de ellas, dando con esto personalidad a los vinos. Empezamos por Ensenada “Tierra del vino”, en la cual tenemos más de 10 diferentes valles con climatologías, suelos, varietales, adaptándose a ellos para dar diferenciación de los gustos del vinos en una pequeña franja, como ejemplo podemos tener los magníficos Cabernets de San Antonio de las Minas, La Barbera de Sto Tomas, los Tempranillos de San Vicente, el malbec de Ojos Negros, el Nebbiolo del valle de Calafia y el Chardonnay del Valle de Guadalupe, todos ellos excepcionales y marcando estilos y adaptaciones por lugar, una maravilla de diversidad vínica finalizando con las elaboraciones biodinámicas realizadas con toda conciencia para alcanzar la calidad por medio de la integración holística. Tocando la segunda zona de crecimiento en viticultores tenemos a Coahuila que con sus más de 23 nuevos viticultores da una variedad en estilos desde los Malbec del valle de la escondida en Parras, la espectacular Shiraz sobre suelos calcáreos, así como los desarrollos de los vinos orgánicos con certificación, libres de practicas químicas y adaptados al entorno, terminando con los Pinot noir a 2000 mts de altura del valle del Tunal, que merecen respeto. Pasando por Querétaro, descubrimos que la superficie de hectáreas plantadas hoy en día posiblemente seria el 10% de las que se tenía hace 60 años, casi todo para destilación pero teniendo algunos parajes de viticultura de vinificación, a más de 2000 metros sobre el nivel del mar, siendo de los viñedos más altos del mundo en producción y realizando magníficas cosas como puede ser los espumosos método champenoise elaborados tanto en Ezequiel Montes como en la nueva zona de Peña de Bernal. Guanajuato con sus desarrollos vitícolas en la zona de Hidalgo que sorprenden con elaboraciones de calidad que merecen ser probados, así como sus entramados viñedos entre residencia de campo que acercan la vida ciudadana a la viticultura mundana con elegancia sutil. Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas viejos productores de vinos con nuevas ideas y tendencias plasmadas por los viticultores y enólogos de nueva generación, expresando los terroirs para dar lugar a estilos diferentes de vino, como Los Malbec y Cabernet que están de concurso, así como un perfil muy peculiar con la uva Nebbiolo que poco nos recuerda a Ensenada pero si mucho a la gran zona de Piamonte con sus vinos de coloración media, evolución en tonel de madera y sus elegantes notas de sotobosque. En México existen vinos de este estilo en Aguascalientes y tienes que probarlos. Dentro de estas nuevas zonas comentaremos de Chihuahua un excepcional lugar de clima perfecto libre de contaminaciones y con calidad altísima en el agua y el suelo que finalmente nos darán vinos elegantes con estilo bordales, de taninos pulidos, elegantes notas de evolución recubiertas de fruta negra de bosque, una magnífica nueva experiencia que hay que degustar. Como se habrán dado cuenta, México ya es un país vitivinícola con propuestas de calidad y diversidad climática y varietal, vale la pena que lo conozcas, pero para eso es importante que apreciemos con algo de cultura enológica las calidades que nuestro país nos ofrece, por ello vale la pena leer y probar, probar y leer. Un abrazo
Jesús Díez Sánchez

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Jesús Díez
Químico / Enólogo / Viticultor Columnista, Conductor de TV, Radio y Catedrático. Director de la Escuela de Vinos, JESUSDIEZ/VINICULTURA
Jesús Díez® / 2024

El vino es pasión en una botella