Cercano al 1800 una serie de entusiastas viticultores muy conocidos hasta nuestros días ya que son de las bodegas más afamadas de ese país, introdujeron a Chile el modelo Francés de vitivinicultura y con ello importaron muchos varietales de zonas importantes de Francia, entre ellos seguramente tamizada la cepa Carmenere. Originaria de Burdeos en donde no tiene mucho éxito por su tardía maduración. Por el contrario, en Chile con zonas de insolación importante puede desarrollarse de manera majestuosa puliendo todos sus aromas herbáceos característicos a base de sol y deshidratación, creando vinos de expresión frutal con toques herbáceos y balsámicos excepcionales.
Con el problema de la filoxera en Europa rondando los años 1860, la Carmenere se creyó extinta como muchas otras cepas en su momento. Pero existía un refugio donde la filoxera no había llegado y ese lugar es Chile, protegido por una gran cordillera y un Pacífico Océano, impidió que el insecto arribara, confundiéndose bajo el nombre de Merlot, pero en 1994 el ampelógrafo Jean Michel Boursiquot, después algunas observaciones en la brotación, floración, maduración y coloración de la hojas, con un respectivo análisis de ADN de los cloroplastos de las hojas, pudo determinar que no era Merlot, sino la insigne Carmenere escondida por muchos años y dando a Chile con sus actuales 9000 hectáreas de esta cepa y con más de 200 fenotipos en todo el país, debido a su adaptación climática y al suelo, podemos decir que no es autóctona pero definitivamente insignia de un país enamorado de los vinos en donde la pasión llega a tener el 80% de sus cultivos de manera orgánica como es Chile.
Aunque existen algunos otros lugares como EUA, Italia, y algunos nuevos productores en el mundo que se enamoran de los colores, aromas y estructura de la Carmenere, la referencia de calidad, expresión y delicadeza la tenemos en Chile con sus afamados vinos varietales y coupage de esta uva.
Hoy en día existen en Chile terruños donde la Carmenere habita a pie franco (sin porta-injerto), con cepas en algunos casos centenarias, en lugares tan diferentes como cercanos a la costa, en el valle central y en zonas de altura en la cordillera que es donde mejor se desarrolla por su maduración tardía y necesidad de sol, cuidando con la altura la acidez que todo vino debe de conservar.
Dentro de las zonas importantes para el desarrollo de la Carmenere podemos encontrar el alto Cachapoal, Alto Maipo, El valle de Colchagua y algunos de Aconcagua con sus respectivos single vineyard, terruños o zonas ideales para el desarrollo de esta uva no dejes de probarla.
Un abrazo.