Dentro de la milenaria tradición vitivinícola de España, hay un terruño capaz de generar esta diferenciación en terruño, clima y microorganismos para producir diferenciación en los vinos, sin lugar a duda es la zona Andaluza y específicamente la DO Jerez. En la cual tenemos algunos varietales típicos y autóctonos como como garrido fino, moscatel de Málaga, palomino fino, vijiriega y zalema, todos ellos de grandes elaboraciones en blancos.
Sin dejar de reconocer a los otros varietales la uva Palomino es la que más renombre ha creado en el tiempo. Esta clasificada dentro de los Listanes (listan común), aunque tiene muchas acepciones y fenotipos dentro de la misma Andalucía.
La uva palomino, es resistente a la sequía, al oidio (hongo), de producción abundante y racimos grandes, los mostos son poco aromáticos pero generadores de aromas secundarios y terciarios como son la almendra, avellana, con algunas notas cítricas características en todos los vinos elaborados con este varietal.
Se adaptan perfectamente a cualquier zona de producción, por ello la encontramos en toda España, África, México, Argentina, llegando a tener experimentaciones en Australia, tratando de emular las grandes elaboraciones de Jerez, lo cual será imposible ya que el terruño hace las veces de diferencial para las expresiones de el varietal.
En México tenemos un par de vinos representantes de esta gran uva, con el carácter aromático típico de la uva, pero sin lugar a duda es una de los grandes varietales en el mundo para elaboraciones de longevidades legendarias como los jereces con décadas de paso por barrica y expresiones inimaginables en la cata.
Un abrazo.